viernes, 7 de octubre de 2011

Bolivia: Propaganda, renuncias y disculpas tratan de lavar la imagen a "Evo Morales"

Tras la represión brutal de Indígenas que exigen el respeto a la autodeterminación de los pueblos y el detenimiento de la construcción de la carretera que atravesaría el corazón del TIPNIS relacionada con el megaproyecto IIRSA, impulsada por el imperialismo, se da una seguidilla de renuncias en el gobierno como un intento desesperado de desligar a Evo Morales de cualquier responsabilidad, tal situación refleja una crisis en el actual “Proceso de Cambio” y la agudización de las contradicciones sociales y económicas en el país.

A pesar de que según Evo Morales “el campesino y el obrero encuentran su aliado en las Fuerzas Armadas (FFAA) y la Policía”, y los presenta “no como sus enemigo (sino como) los impulsores de la revolución”, en la historia y en los hechos recientes se demuestra que no es así y que, por el contrario, tales afirmaciones demagógicas sirven solamente para confundir y desorientar del verdadero papel que desempeñan, tanto, las FFAA como la Policía en una sociedad dividida en clases, que consiste en la defensa de los negocios de las clases dominantes.

Defensa a la cual se suma este gobierno, que a pesar de haber proyectado una imagen de Evo como un líder nato, piedra angular del “proceso de cambio”, luchador a ultranza por la madre tierra, heredero del legado de Tupac Katari, defensor inclaudicable de los derechos humanos, y enemigo nocivo del imperialismo, lo recién sucedido nos demuestra todo lo contrario.

Debemos recordar que cuando se aplicó el decreto del gasolinazo de navidad, el 26 de diciembre del 2010, el presidente se encontraba fuera del país, hecho que no se puede entender como una simple casualidad sino como una forma de dirigir las miradas y los señalamientos hacia el entorno y los asesores con el objetivo de mantener ileso el perfil del caudillo del “proceso de cambio”.
Ahora en los últimos hechos, según la versión del presidente, vicepresidente, ministros y todos los feligreses del gobierno, niegan cualquier relación con lo sucedido y afirman desconocer quien habría autorizado la mencionada represión, acto seguido, se da una serie de acusaciones y contra-acusaciones, enredadas en contradicciones e inconsistencias por parte de los ministros de gobierno.

Frente a tal embrollo de versiones y excusas, al interior del oficialismo, varios funcionarios del gobierno prefieren renunciar, unos, según ellos, para no verse manchados con la vulneración de los derechos humanos de los policías que se mostró en imágenes por televisión y los demás para que lo sucedido no salpique y no manche aquel retrato del susodicho heredero del legado de Tupac Katari.

Poco antes de su renuncia, el ex-ministro de gobierno Sacha Llorenti acusó al ex vice-ministro de régimen interior Farfan, recientemente retirado de su cargo, como responsable de la orden de intervención a la marcha, Intentando liberar de cualquier responsabilidad a cualquier otro funcionario de gobierno pero por sobre todo al candidato a premio Nóbel de a paz. Pero según informes de oficiales que pidieron mantenerse en el anonimato “la orden fue de dos viceministros que dijeron hacerlo en nombre del presidente”.
Acto seguido el presidente sale, cada oportunidad que se le presenta, a pedir disculpas por lo sucedido, sin antes tratar de convencer que todas las acciones estarían destinadas a precautelar la seguridad de los indígenas, y a recordar, haciendo coro con sus ministros, que el no tendría ninguna relación con las acciones de la policía y expresar su repudio a cualquier exceso de violencia.

El bombardeo mediático, empezando por el canal estatal que se la pasa transmitiendo discursos y entregas de obras del presidente, y esta concatenada con propaganda que sale constantemente por todos los medios, no queda al margen para poder enjuagar la imagen del gobierno sin que nadie conozca el origen de los recursos destinados a este fin.

Por ultimo, el vice-ministro de coordinación con los movimientos sociales, Cesar Navarro intenta descargar la responsabilidad sobre las espaldas de los policías de bajo rango afirmando que “no por la acción de unos 4 o 5 policías se va a acusar a todo un gobierno”, deslindando de cualquier responsabilidad a cualquiera de los altos funcionarios del MAS.

Afirmación que difiere de la declaración de Guadalupe Cárdenas, actual representante de esposas de policías, que asegura que sus esposos, los policías, habrían actuado bajo orden del gobierno, además los que les habrían proporcionado las cintas adhesivas, con las cuales se amordazó a los indígenas, fueron los mismos colonizadores interculturales que promueven el bloqueo en contra de la marcha, que según comentaron algunos entrevistado del lugar, por un enviado de la red ERBOL, estos bloqueadores no serian del lugar.

El recurrente pretexto de la mayoría de analistas que se definen de izquierda, y se pasean por los medios, se reduce a que “si no es Evo entonces quien”, haciendo creer que Evo seria una especie de único líder, semejante al Fhürer descrito por Goebbels, ministro de propaganda del partido nazi alemán.

Otra argumento corriente que esgrimen estos sesudos intelectuales, con el fin de no implicar al candidato a premio Nóbel como responsable de cualquier medida del gobierno en contra de los sectores populares, es el típico “no se trata de Evo sino de su entorno y sus asesores”, como si el caudillo del “Proceso de cambio” desconociera y no participara de las medidas de su gobierno.

Toda la propaganda, las disculpas del presidente, las lucubraciones teóricas de algunos intelectuales, las negaciones sobre cualquier acusación de haber dado la orden de intervención y la inmolación algunos ministros de gobierno –Farfan, Sacha Llorenti- no son casuales sino que están trazadas para intentar limpiar la imagen del presidente, erigido por ciertos intelectuales como guía espiritual de la humanidad.

Las actuales movilizaciones nos demuestran que poco a poco se va desdibujando en la gente la imagen de aquel candidato al Premio Nóbel de la paz, protector de la pachamama y guía espiritual de la humanidad, etc, etc. y se va evidenciando que no se trata solamente del entorno o de sus asesores, sino que todas las acciones del gobierno son obra y gracia tanto del presidente como de su entorno, y toda esta imagen ilusoria servia y fue diseñado para que nadie pueda cuestionar el accionar “revolucionario” del “guía espiritual de la humanidad”.
Tomado del blog Análisis y Opinión.

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