jueves, 9 de agosto de 2012





Con  ocasión del 46º Aniversario de la Decisión del Comité Central
del Partido Comunista de China sobre la Gran Revolución Cultural Proletaria
(8de Agosto de 1966)

LOS 16 PUNTOS*

  (…) en el verano de 1966, alentados y dirigidos por Liu Shao-chi, Deng Xiaoping y otros revisionistas de alto rango, hicieron varios conatos de sabotear y reprimir el levantamiento popular. En agosto se reunió en Pekín la XI Sesión Plenaria del Comité Central, y con Mao al frente de la lucha, repudió la línea encabezadapor Liu y Deng y adoptó la “Decisión del Comité Central del Partido Comunista de China Sobre la Gran Revolución Cultural Proletaria”, conocida como los “16 Puntos”. Inmediatamente se popularizó a los cuatro vientos y llegó a conocerse como la Carta de la Gran Revolución Cultural Proletaria. El hecho de que fue aprobada por un pelo muestra la fuerza de la línea revisionista; pero su aprobación le dio gran impulso a los revolucionarios y propulsó la RevoluciónCultural a nuevas alturas por todo el país.
   Los 16 Puntos, escrita bajo la atenta supervisión de Mao, restableció claramente quiénes eran el blanco principal de la Revolución Cultural –los dirigentes seguidores del camino capitalista- y no los trabajadores, estudiantes, funcionarios de bajo nivel del partido, etc., a muchos de los cuales atacaron las fuerzas revisionistas para salvar su propio pellejo y desviar la lucha. Colocó todo esto en el elevado contexto detransformar toda la sociedad. Los 16 Puntos exhortó al proletariado a

   “propinar golpes despiadados y frontales a todos los desafíos de la burguesía en el dominio ideológico y cambiar la fisonomía espiritual de toda la sociedad utilizando sus propias nuevas ideas, cultura, hábitos y costumbres. Nuestro objetivo actual es aplastar, mediante la lucha, a los dirigentes seguidores del camino capitalista, criticar y repudiara las “autoridades” reaccionarias burguesas en el campo académico, criticar y repudiar la ideología de la burguesía y demás clases explotadoras y transformar la educación, el arte y la literatura y los demás dominios de la superestructura que no corresponden a la base económica del socialismo, a fin de facilitar la consolidación y el desarrollo del sistema socialista.”

   Los 16 Puntos defendía firmemente a los “valientes e intrépidos” estudiantes y otras fuerzas que escribían dazibaos y provocaban grandes debates. Para los que lloriqueaban viendo el afán de los jóvenes rebeldes, declaró inequívocamenteque “en el curso de semejante gran movimiento revolucionario, es inevitable que ellos muestren tales o cuales defectos, pero su orientación revolucionaria fundamental ha sido siempre correcta. Esta es la corriente principal en la Gran Revolución Cultural Proletaria”.
   Los 16 Puntos fijó como pauta para la Revolución Cultural la gran confianza que tenía Mao en las masas y su orientación de apoyarse en ellas, y hasta aconsejó no temer los trastornos inevitables que ese gran movimiento no solo engendraría sino requeriría para su éxito.

  “Hay que confiar en las masas, apoyarse en ellas y respetar su iniciativa. Hay que desechar el “temor”. No se debe temer que se den casos de desorden. El Presidente Mao nos ha dicho frecuentemente que la revolución no puede ser tan elegante, tan delicada, tan apacible, amable,cortés, moderada y magnánima. Hay  que dejar que las masas se eduquen a sí mismas en este gran movimiento revolucionario y aprendan a distinguir entre lo justo y lo erróneo, entre la forma correcta de proceder y la incorrecta”.

   Y más adelante:

   “El desenlace de esta Gran RevoluciónCultural depende de si la dirección del Partido se atreve o no a movilizar audazmente a las masas … Lo que el Comité Central del Partido exige de los comités del Partido a todos los niveles es que persistan en ejercer una dirección acertada; pongan en primer lugar el “atreverse”; movilicen audazmente a las masas; cambien la situación de debilidad e incompetencia allí donde exista; estimulen a aquellos camaradas que han cometido errores pero que están dispuestos a corregirlos, a que desechen sus rémoras mentales y se incorporen ala lucha; y destituyan de sus cargos a aquellos dirigentes seguidores delcamino capitalista, reconquistando la dirección para colocarla de nuevo en manos de los revolucionarios proletarios.”

Este fue el patrón con el cual las masas revolucionarias juzgaban el liderato del partido en todos sus niveles.

(*) Iris Hunter. “Hicieron la Revolución Dentro de la Revolución. La Historia de la Gran Revolución Cultural Proletaria de China”. RCP Publications. Chicago, 1986, pp. 21,22.  Texto  seleccionado y transcrito para Dazibao Rojopor R. Manzanares.

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