domingo, 13 de noviembre de 2016

Trump; ¿un nuevo fascismo? Un articulo del camarada Miguel Alonso.



 

Trump; ¿un nuevo fascismo?

Miguel Alonso.

La victoria electoral del millonario Donald Trump en EE.UU. ha creado malestar y preocupación tanto en sectores democráticos como de la izquierda, incluso ha sido calificado de victoria del fascismo. Ahora bien; ¿realmente la victoria de Trump representa la victoria del fascismo?
Nadie puede negar el carácter reaccionario de Trump y su camarilla pero ¿acaso su oponente Clinton, representante de la élite del establishment, lo es menos?
Clinton la principal artifice de las masacres en Libia, Siria o del golpe neo-fascista en Ukrania ¿es menos fascista?
En la primera potencia imperialista mundial, la dictadura de la burguesía se ejerce como una ficción democrática, cuando todo el poder real está en manos de la gran burguesía, del sector financiero y del complejo militar industrial. Esto no ha cambiado sustancialmente por la victoria de Trump. Y si la misma representa los intereses de una fracción de la burguesía norteamericana opuesta a las deslocalizaciones, habrá que verlo.
Acaso se trata de que una fracción de la gran burguesía, excluida por la hegemonía de la élite “aristocrática” tradicional en el gobierno federal, ha logrado ocupar un nuevo papel en la escena política pero ¿podemos calificar esto de ascenso del fascismo?
Es precipitado afirmar esto, aunque pueda parecerlo por la alegría causada por su triunfo en los sectores ultra-derechistas, racistas yankees o europeos, pero si profundizamos, la base del poder imperialista en EE.UU. sigue intacta y como mucho la victoria electoral de Trump representa un re-equilibrio de fuerzas entre los grupos del poder burgués.
Una de las características del fascismo es su manejo de masas y la movilización activa de las mismas en torno a su programa. ¿Esto es así actualmente?
No, hoy como ayer, la clase obrera y el pueblo trabajador norteamericano son meros espectadores dentro de ese circo, aunque un sector pudiera votar a Trump como voto de castigo al sistema.
Hay camaradas que se alarman porque puede aumentar la represión sobre las minorías pero ¿eso no existe ya? ¿Acaso en los últimos años no hemos visto el aumento impune de crímenes policiales contra ciudadanos negros, bajo la presidencia de un presidente negro? ¿Qué medidas reales se tomaron para poner fin a esto? ¡Ninguna!
La opresión de las minorías raciales en EE.UU. solo acabara con una revolución socialista, no con la hipocresía liberal de lo políticamente correcto. ¡Hay que tenerlo claro! Otro tanto puede decirse sobre la opresión de la mujer y su papel en la sociedad burguesa norteamericana.
Aún es pronto para valorar las protestas populares en diversas ciudades pero habrá que estar atento, ante lo que sin duda es un ejemplo de una movilización política anti-reaccionaria, que puede ser germen de nuevos niveles de organización en los movimientos revolucionarios en los EE.UU.
En cualquier caso nuestro deber, sin duda, es apoyar a los mismos.


2 comentarios:

Odio de Clase dijo...

Muy atinado y totalmente de acuerdo con el artículo. Es de asco ver llorar a los reformistas y "progres" por la victoria de Trump mientras callan por los crímenes de la psicópata criminal Killary. Killary es tan criminal y anti-popular como Trump o incluso más. Poner a Trump como un demonio mientras callan o apoyan a Killary es muy cínico y califica a los que así actúan.

Saludos rojos, camarada.

dazibao rojo dijo...

Muchas gracias por tu comentario,camarada.
Saludos rojos!